La profesora manifestó que cinco alumnos estaban usando esas palabras en clase, incluso luego de haber platicado con ellos.
“Como la escuela primaria de McCordsville es una escuela pública, tenemos muchas religiones y creencias diferentes, y no quiero obligar a un niño o padre a usar esas palabras. Si usted asiste a una iglesia discuta estas cosas en casa, por favor, tenga una conversación con su hijo sobre el momento y lugar apropiado para hablar de ello.”, expresó la profesora en la carta.
El superintendente del colegio, Shane Robbins, manifestó que el distrito escolar está abordando la discusión con la profesora. Robbins cree que la escuela debe estar abierta para alumnos de diversos orígenes, pero no tienen el derecho de interrumpir su expresión de libertad.
“En esta situación, queremos abrazar a todos nuestros alumnos de diferentes orígenes, pero, tienen libertad para expresarse, siempre y cuando no sean perturbadores para la sociedad.”, afirmó Robbins.
Fuente: The indy channel.
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