Algunas personas no saben adorar a Dios o no lo han encontrado, así que a veces solo necesitan que alguien les enseñe a levantar las manos y darse cuenta de que quizás deberían hacerlo. Porque levantar las manos es como una señal de rendición. A mí me encanta hacerlo. Siempre me verás así.
Crecí en una casa cristiana. Acepté a Dios en mi vida cuando tenía cinco años. Pero a los 16 o 17 años fue cuando tomé la decisión de asistir a la iglesia por mi cuenta. Porque quería ir. Desde entonces nunca he tenido que vivir pensando que hay más en la vida que esto.
Sinceramente no sé cómo la gente puede vivir sin Jesús. Te da un propósito y una llamada. Sé quién soy en Él a pesar de lo que la gente diga en contra de mí. Yo sé para qué estoy aquí. Supongo que puedes decir que soy una adoradora. Y amo a Jesús. Y espero ayudar a la gente a acercarse a Él.
Una canción puede tocar a las personas. Y es reconfortante. Y creo que es lo que me encanta de adorar. La música siempre ha sido algo que me ayuda a conectar con Dios directamente. Me hace pensar y le pregunto a Dios: ‘Señor, ¿quién soy yo para estar aquí liderando a esta gente? Yo soy una simple chica de pueblo'”. (Taya Smith)
Fuente: feymelodiamusicacristiana.com
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