“Hay probablemente tres momentos en mi vida cuando he tenido una pequeña conversación con Dios. Lo único que le dije es que quería cantar y que quería que Él me usara. No sabía cómo sería eso y ni siquiera sabía si sucedería. Desde luego no pensé que me mudaría a Sydney porque no me gustaba Sydney. Huele mal.
Era un momento de mi vida en el que solo tenía 200 dólares en mi cuenta bancaria. Era para el alquiler de la semana siguiente y era todo lo que tenía. Todo el mundo me dijo que estaba loca, sobre todo mi madre y mi padre. Me dijeron ‘Tienes 200 dólares. Es todo lo que tienes’.
Entonces me mudé aquí, visité la iglesia Hillsong de la ciudad y me quedé sorprendida por la adoración. Y le dije a Dios que me encantaba el espíritu de adoración de aquí y lo que estaban haciendo. Pensé que me encantaría ser parte de todo eso. Y años después me encuentro aquí trabajando en la iglesia de la ciudad.
Es como que en todas esas cosas pequeñas siento que Dios me ama y Él lo pone todo en su lugar. Simplemente amo a Jesús y amo su presencia. Y amo que podamos cantar y adorarlo.
Fuente: http://feymelodiamusicacristiana.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario